La dieta Mediterránea

La característica principal de la Dieta Mediterránea es el consumo de aceite de oliva como grasa esencial, aportando hasta un 17-25% de las calorías. Aparte de los beneficios que pueda tener su consumo en cuanto a proporción adecuada de ácidos grasos, el uso de aceite de oliva se asocia con un alto consumo de verduras al utilizarse como aliño de ensaladas, verduras y de legumbres cocidas. A pesar de desconocer la acción del aceite de oliva sobre la salud, los habitantes de los países mediterráneos siempre han citado la dieta, básicamente el aceite de oliva y el vino, como responsables de la longevidad de la población.

El aceite de Oliva Virgen es un zumo de fruta natural que conserva el paladar, perfume, vitaminas y todas las propiedades del fruto del que procede, siendo además el único aceite vegetal que puede consumirse directamente virgen y crudo.

Los aceites comestibles tienen gran cantidad de vitamina E, de gran importancia antioxidante. Además, el aceite de oliva virgen es rico en compuestos fenólicos, lo que convierte a este aceite en un significativo proveedor de sustancias antioxidantes.